Aquí tienes algunos ejemplos de reparaciones comunes que se pueden realizar en ordenadores:
Reemplazo de la fuente de alimentación: si el ordenador no se enciende o experimenta problemas de suministro de energía, es posible que la fuente de alimentación esté defectuosa y necesite ser reemplazada.
Actualización de RAM: si el ordenador se está ejecutando lentamente o tiene problemas para ejecutar aplicaciones exigentes, una actualización de RAM puede ayudar a mejorar su rendimiento.
Reemplazo de la unidad de disco duro: si el disco duro falla o muestra signos de falla, se puede reemplazar con una unidad nueva para restaurar la funcionalidad del ordenador.
Limpieza del ventilador y disipador de calor: si el ordenador se calienta demasiado o hace ruido debido a un ventilador sucio o averiado, se puede limpiar o reemplazar el ventilador y el disipador de calor.
Reemplazo de la tarjeta gráfica: si el ordenador experimenta problemas gráficos o de vídeo, una tarjeta gráfica defectuosa puede ser la causa y puede necesitar ser reemplazada.
Solución de problemas de virus y malware: si el ordenador está infectado con virus o malware, es posible que necesite una limpieza exhaustiva para eliminarlos y proteger el sistema contra futuras infecciones.
Reparación de problemas de software: si el ordenador experimenta problemas con el sistema operativo o el software instalado, es posible que sea necesario actualizar o reinstalar el sistema operativo o el software para solucionar los problemas.
Estos son solo algunos ejemplos de las muchas reparaciones que se pueden realizar en un ordenador, dependiendo de los problemas específicos que experimente.